Luces de colores, guirnaldas y adornos. Casetas de madera decoradas con la nieve que no para de bajar desde el cielo y villancicos por doquier. Tal vez esa sea la estampa perfecta para el día de Navidad pero eso, en España, no existe. Eso sí, tenemos algo que se acerca un poco: Barcelona, porque se acerca, lejanamente, a esa imagen que todos tenemos en la cabeza. Desde el 2 de diciembre al 6 de enero varios mercados navideños llenarán las plazas más emblemáticas de la ciudad condal aportando ese encanto mágico a estas fechas. Solemos alojarnos en el Hotel Mercer Barcelona donde el gerente consigue traspasar esa magia dentro de sus paredes. Dentro de hotel se respira Navidad, y aunque no es que pasemos mucho tiempo dentro de la habitación (nos encanta caminar por las calles del barrio gótico), las cenas y los desayunos son una auténtica maravilla.