Los viajes largos por carretera pueden llegar a ser insoportables para cualquier persona y, más aún, para los niños. Si no hay nadie que les ayude a gestionar el tiempo, pasar horas sentados en el asiento sin moverse les causará un gran aburrimiento. Los más peques suelen tener mayores dificultades a la hora de controlar su nerviosismo, así que es normal que te agobie imaginarte la situación. ¿Te espera un viaje largo y no sabes cómo lo afrontará tu hijo/a? Aunque cada niño es diferente, y requerirá de unos cuidados específicos, en este post te damos algunos consejos para que vuestros viajes largos sean un poquito más agradables.
Revisa el estado de tu coche
Haz un chequeo de gasolina, luces, batería o limpiaparabrisas. Esto es algo obvio que se recomienda en general para los viajes largos. Sin embargo, si vas acompañado de un niño/a, extrema aún más las precauciones, ya que tienes otra vida a tu cargo. Además, si debido al mal estado del vehículo os veis obligados a parar o esperar durante horas hasta que llegue una solución, la paciencia de tu niño/a se agotará con mayor facilidad.
Infórmate sobre la ruta
Tanto si la persona que conduce va a acompañada de otro adulto/a, como si no, es imprescindible tener clara la ruta que se va a seguir para evitar pérdidas y momentos de nerviosismo provocados por el hecho de desconocer la carretera. Anticípate consultando las direcciones, calles, o desvíos que deberás tomar.
Procura que, tanto tú como tu bebé, estéis descansados
Se recomienda que el conductor/a de un vehículo vaya descansado/a durante un viaje largo por carretera y, especialmente, que haya dormido las suficientes horas de sueño ya que, ir al volante medio dormido puede resultar mortal. Para ello, acuéstate temprano, no salgas de fiesta y, mucho menos, bebas alcohol la noche de antes. La resaca también puede ser peligrosa.
Al igual que en tu caso, se recomienda que el niño/a vaya descansado, ya que si experimenta alguna incomodidad será más difícil brindarle tus cuidados. Por otro lado, procurad hacer comidas ligeras y de fácil digestión.
Asegúrate de que el niño/a está cómodo/a
Como ya sabrás, los bebés o niños de hasta cierto peso máximo deben ir sentados en una silla de seguridad que, en todo momento, ha de ir en la orientación contraria a la carretera, debido a que es más segura que si se coloca en posición frontal. Además de asegurar de que la silla sea lo suficientemente cómoda, te sugerimos que coloques un espejo para que pueda mirarte mientras conduces. En The Baby House, recomiendan los espejos retrovisores contramarcha para poder ver la cara de tu bebé mientras conduces, ya que esto hace que te sientas más seguro. Están pensados para las sillas de bebé orientadas en sentido contrario a la marcha y, de esta manera, el bebé también podrá verte a ti.
Haced suficientes descansos
La DGT recomienda descansar cada dos horas o, aproximadamente, cada 200 o 300 kilómetros para estirar las piernas y beber. Puedes aprovechar ese espacio para jugar un rato con tu bebé o cogerlo en brazos para hacerle sentir que estás cerca. Te recomendamos llevar comida y bebida en cantidades suficientes por si tuvieseis que hacer alguna parada a mayores en caso de que el bebé lo necesite; así como elementos de higiene como pañales o mudas limpias previniendo un posible cambio.
Mantenle entretenido en la medida de lo posible
Si hay otro adulto además del conductor, esto te resultará más sencillo debido a que podría ocuparse él de mantener al niño ocupado, siempre y cuando se cuide de no desviar la atención de la persona que va al volante. En caso contrario, puedes optar por reproducir música que le guste y cantar o, simplemente, hablar con él. El hecho de escuchar el sonido de tu voz puede ayudarle a sobrellevar el camino. También es bueno que le dejes un juego en la parte de atrás con el que se pueda divertir a solas, preferiblemente objetos blandos que no tengan piezas duras, ya que en algunos casos, pueden resultar un peligro durante el viaje. Asimismo, si tienes el soporte adecuado, prueba a ponerle un teléfono móvil o tablet para que mire los dibujos.
Estas son solo algunas ideas, pero recuerda que cada niño es diferente y tiene sus propias necesidades, así que procura tener en cuenta su personalidad y su manera de ser, y adáptate a ella en la medida de lo posible. No tiene por qué haber ningún problema. Si aplicas estos consejos, el trayecto se pasará en un abrir y cerrar de ojos. ¡Buen viaje!