La potencia que han adquirido buena parte de las empresas españolas e Internacionales gracias a la llegada y el posterior fortalecimiento de un elemento como Internet ha sido ingente. Todo el mundo es consciente de que las posibilidades de progresar son ahora mucho más grandes que antaño, pero lo que se suele desconocer es la enorme diferencia que hay entre un modelo de negocio plenamente tradicional y otro que está mucho más volcado hacia lo digital. No hay ni punto de comparación entre uno y otro.
Poco a poco las empresas se están decantando por el segundo de esos tipos. La verdad es que el grueso de la población española ya tiene acceso en la red y se encuentra dentro de ella. Y ese volumen de gente va a ser mucho más potente de cara a los próximos años. Hay que recordar que el sector de población que no tiene acceso a Internet es la tercera edad y que, cuando se produzca el relevo generacional, todos los segmentos de población van a tener un peso importante en la red y todo lo que tenga que ver con ella.
El marketing es uno de esos aspectos de lo que hablamos que se ha volcado en su apuesta por lo digital. Las empresas saben de sobra que, a día de hoy, y también en los años que están por venir, el negocio se va a encontrar en una red que tenemos que explotar al máximo. Ir trabajando en esos asuntos es una necesidad imperiosa. No hacerlo es sinónimo de encontrarse ya en desventaja con todos y cada uno de nuestros competidores. Y esa desventaja es muy difícil de recuperar y de combatir.
El portal web Canarias Digital hizo una especie de comparativa entre lo que supone el marketing tradicional y los principales cambios que se producen con la llegada del marketing digital. La principal ventaja que tiene éste último según uno de sus artículos es que el cliente puede acceder a la información en cualquier momento y utilizando cualquier soporte, lo cual es un cambio bastante a tener en cuenta. El artículo, no obstante, incide en que ni el marketing tradicional ha muerto ni el marketing digital ha venido a cubrir todos los campos.
Otro artículo, en este caso publicado en el portal web Reason Why, hizo referencia a que la inversión en marketing digital por parte de las empresas españolas ha crecido en los últimos tiempos. En concreto, la noticia cifra en un 19% este aumento, haciendo hincapié también en la necesidad que tienen muchos comercios de apostar por la red para que sus actividades y los productos o servicios que ofertan tengan la visibilidad que se espera. El aumento de la inversión, desde luego, está más que justificada.
Es posible que las empresas españolas estén apostando por el marketing digital a un ritmo más lento que las empresas del extranjero. Pero lo cierto es que hemos comenzado a visualizar un cambio más que destacable en este sentido. Parece que muchos negocios con sede en este país han decidido dar un paso adelante en lo que a apuesta por el marketing digital se refiere, según los datos que nos han sido facilitados recientemente por varios de los profesionales de Niko Klaus, una de las entidades que trabaja en este tipo de campos.
Un mundo de posibilidades
El marketing digital nos permite obtener una serie de posibilidades que en ningún otro momento de la Historia las empresas han soñado. La gran diferencia entre el marketing digital y el tradicional es que el primero de ellos nos permite seleccionar de un modo mucho más eficaz y efectivo a nuestro público, y que gracias a él podemos utilizar una estrategia u otra en función de la persona a la que nos dirigimos. La personalización de las campañas es, en efecto, otro de los grandes logros de un marketing digital que ya ha tomado la delantera en lo que a su actividad se refiere.
Sabiendo esto, podemos comprender el por qué de la recomendación para apostar por el marketing digital. Con menos esfuerzo conseguimos mejores resultados, y eso es simplemente un cambio brutal. Los resultados que se están consiguiendo así lo atestiguan. Desde luego, la llegada del marketing digital ha sido una de las claves para salir de la crisis y es uno de los puntales en los que se debe sustentar la sociedad actual para evitar que nuestro tejido empresarial se vuelva a ver afectado por unas condiciones como las que se han vivido hasta hace no mucho tiempo.