La tecnología nos ha ido ayudando a crecer como sociedad a lo largo de la historia y es que, gracias a ella, ahora podemos presumir de que tenemos un sinfín de comodidades que nos ayudan a realizar todas las tareas de nuestro día a día, más fácil. Desde que el hombre unió un palo y una piedra para hacer una herramienta o un cincel se puede considerar que existe la tecnología, sin embargo, en nuestros días, esa capacidad de desarrollo va mucho más lejos y nos permite llevar a cabo tareas realmente asombrosas de una forma fácil y mecánica. Este desarrollo del que os hablamos abarca todos y cada uno de los campos que existen y es que, aunque cada uno de ellos avance a un ritmo diferente, en función de los esfuerzos que se apliquen en él, lo cierto es que todos han cambiado a mejor en una gran medida. Incluso empresas que hasta hace no mucho eran las que menos contaban con tecnología en sus locales, como las farmacias, en los últimos años han vivido una revolución tan importante que queremos hablaros de ella en este post.
Las farmacias, como os hemos adelantado son uno de los establecimientos comerciales que menos tecnología han ido incorporando con el paso de los años. Esto se debe, en gran medida, a que se rigen por una férrea normativa del gobierno, en el caso de España, que hace que tengan un margen de libertad respecto a sus movimientos muy bajo. Su función básica es la de dispensar medicamentos a los pacientes que los requieren. Algunos de ellos los pueden vender sin receta médica, por lo que el cliente llega, los compra y se va, mientras que otros, tan solo pueden ser dispensados mediante prescripción médica de un facultativo competente. Una venta que podría dar lugar a que existiesen recetas falsas, por lo que desde los órganos de gobierno del estado se han ido implantando diferentes medidas para acabar con esta posibilidad. La primera medida fue la de incorporar un ordenador a las farmacias, mediante el cual, con ayuda de un software creado de forma específica, el paciente acude con su tarjeta sanitaria a la farmacia y entrega la identificación al farmacéutico. El empleado de la farmacia carga los datos del cliente en el programa y obtiene como resultado aquellos medicamentos que el médico le ha recetado, por lo que se eliminan de un tirón los recetarios físicos, así como la capacidad de poder modificarlos. Este programa no solo muestra cuales son los medicamentos que han de ser vendidos, sino que también incorpora otros datos de interés como el número de dosis, fecha en la que se ha recetado y, dado el caso, fecha en la que se le pondrá de nuevo a la venta al paciente.
Sin embargo, más allá de la eliminación de la receta física, lo que ha supuesto la incorporación de ordenadores a las farmacias es la posibilidad de llevar una gestión integral de todos los servicios que oferta. En este campo, Evolufarma es la compañía líder que tienen como referencia todos los dispensarios de España y es que mediante la contratación de sus servicios podremos disponer de un completo sistema de marketing creado específicamente para farmacias, así como un software de gestión completa para que podamos conocer todo aquello que tenemos en stock y, dado el caso, que el programa nos pida automáticamente más medicamentos, con el fin único de evitar un desabastecimiento.
Las ventas online, otro de los síntomas de que la tecnología ha llegado a las farmacias
La inmensa mayoría de nosotros hemos ido a las farmacias en algún momento de nuestras vidas, sobre todo, en los últimos años y es que mientras compramos otros muchos servicios a través de la red, lo cierto es que, en nuestro país, la venta online de productos farmacéuticos no estaba permitida. Sin embargo, desde no hace muchas fechas, esto ha cambiado y en la actualidad, algunos de los medicamentos y productos que nos venden las farmacias ya son accesibles a través de internet. Es por ello por lo que compañías como Amazon compran sociedades farmacéuticas, para tratar así de expandirse en el negocio de la salud y seguir siendo la primera opción que tienen muchos usuarios a la hora de comprar. No obstante, todos aquellos productos que requieran receta han de seguir yéndose a comprar a farmacias físicas, ya que se venta online está prohibida.