El primer elemento que aparece por nuestra cabeza cuando pronunciamos la palabra “compras” es la bolsa de plástico típica con la que en todos los establecimientos se trata de envolver los productos comprados para facilitar el transporte que el cliente debe realizar entre la tienda y su vivienda. Se trata de un elemento útil, que no ha estado alejado de la polémica –a causa de su cobro en ciertos establecimientos– y que ha sido objeto de debate en torno al asunto de la contaminación del medio ambiente.
En cuanto a este último apartado, hay quienes se han preocupado de nuestro entorno haciendo posible que existan las bolsas de plástico reutilizables, que favorecen que el consumo de materias primas procedentes de nuestras reservas naturales no sea tan elevado y que se reduzcan los niveles de contaminación, sin duda uno de los grandes males que azotan a la Tierra en este siglo XXI.
El futuro pasa por favorecer el uso de ese tipo de bolsas, algo por lo que yo he apostado en la tienda de accesorios informáticos que regento en mi ciudad (Granada) desde hace aproximadamente cuatro años. Creo que la gente es cada día más consciente de la importancia del uso de bolsas reutilizables y por ello cada día aumenta el número de personas que las emplean para más y más asuntos. Esta situación ofrece una plataforma idónea para publicitarse y una oportunidad de semejantes características había que aprovecharla para dar a conocer mi negocio.
Durante el primer año de existencia de la tienda, el suministro de esas bolsas corría a cargo de una pequeña empresa que no apostaba por la reutilización de las mismas y que además no incluía la posibilidad de añadirles logotipos o letras. Era cierto que, a pesar de la simpleza de su trabajo, éste me resultaba barato y cómodo. Pero no era menos cierto que eso frenaba en parte las posibilidades de expansión de mi negocio.
Por este último motivo decidí darle un cambio de rumbo a todo cuanto tuviera que ver con el marketing de la tienda. Para ello necesitaba encontrar una entidad que me suministrara bolsas de plástico reutilizables –por las que, como decía antes, quería apostar– y en las cuales se pudiera visualizar el logotipo de mi negocio así como el número de teléfono del mismo y el eslogan. De esta manera, en las cabezas de muchos de los ciudadanos de Granada quedaría grabada la existencia de una tienda de recambios informáticos y, de paso, no le seguiría dando la espalda al medio ambiente.
Internet, el medio para contactar con el mejor proveedor de Granada
Lo primero que hice fue acudir a mi ordenador para ver qué me decía Internet acerca de proveedores de bolsas de plástico reutilizables en la provincia de Granada. El mejor resultado de la búsqueda fue Plásticos Alhambra, una entidad fabricante de bolsas biodegradables que no solo me ponía en bandeja la adquisición de productos como los que yo buscaba sino que, además, lo hacía dándome la posibilidad de que las bolsas incluyeran los datos y el logotipo de mi comercio. Todo ello a un precio incluso más económico que el de mi anterior proveedor.
Los profesionales de aquella entidad se mostraron muy atentos conmigo y me pidieron que les hiciera llegar los datos a incluir como publicidad en las bolsas. En unas semanas el pedido estaría listo y podría empezar a disfrutar de unas bolsas totalmente personalizadas y que, por cierto, contaban con todos los certificados de calidad que corresponden a productos como estos. ¿Qué menos se podía pedir?
En cuanto las bolsas llegaron y comencé a hacer uso de ellas para mis clientes, noté cómo se produjo un repunte de la popularidad del negocio. Además de que se trataba de un tipo de bolsas mucho más resistente y que no sufría ninguna rotura a causa del peso de los productos que vendía, todo el mundo destacaba la utilidad de mi apuesta por el medio ambiente y me felicitaban por aquel gran acierto que había supuesto el confiar en Plásticos Alhambra.