El mundo ha cambiado mucho en los últimos años y una de las cosas que mejor lo representa es el funcionamiento de las empresas en los tiempos que corren. La manera de comprar, de vender, de buscar ofertas de todo tipo o de publicitar un producto o servicio ha cambiado de una manera realmente grande y todos, con independencia de si estamos en el lado de la demanda o en el de la oferta, nos hemos tenido que acostumbrar a ello. El comercio electrónico ha sido el principal motor de ese cambio del que estamos hablando… y la verdad es que esa nueva mecánica de compraventa nos ha tocado muy de cerca.
Son muchos los motivos por los cuales las personas hemos empezado a tomar por normal comprar desde casa:
- En primer lugar, es mucho más cómodo puesto que permite que no tengamos que salir de casa para adquirir el producto que queramos.
- Nos permite ahorrar tiempo y dinero en los desplazamientos hasta la tienda física en la que se comercialice el producto que deseamos comprar.
- Recibimos el producto en la misma puerta de nuestra casa o incluso en nuestro puesto de trabajo.
- El coste de los productos que adquirimos no se ve alterado por el hecho de que lo estemos adquiriendo online.
Con todos estos argumentos, es lógico que nos hayamos decantado por la compra online en lugar de por la tradicional, incluso en productos como la ropa, que requiere de ser probada en nuestro propio cuerpo para saber si la prenda que queremos comprar es la idónea.
De acuerdo con lo que indica una noticia que fue publicada en la página web oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el comercio electrónico superó los 20.000 millones de euros de facturación a lo largo del segundo semestre de 2023, lo que suponía un crecimiento del 12’7% con respecto a los datos del año anterior. Se trataba de un crecimiento muy interesante y que ponía de manifiesto que más y más gente estaba interesada en adquirir aquello que necesitase desde casa, sin tener la necesidad de molestarse en ir a una tienda o centro específico para hacerse con esa referencia. Esta es la realidad en la que se encuentran negocios y sectores de todo tipo y de todos los tamaños.
Los datos que se fueron recogiendo a lo largo del año pasado fueron de lo más positivos… y la prueba de ello es que no solo lo que hemos mencionado en el párrafo anterior mostraba el crecimiento del e-commerce. Según la misma web a la que ya hemos hecho referencia más arriba, la de la CNMC, el comercio electrónico había superado los 19.000 millones de euros de facturación solo durante el primer trimestre de 2023, lo que equivalía a un crecimiento del 22’7% con respecto al mismo periodo de 2022. La verdad es que es un dato que habla por sí solo y que pone de manifiesto que la gente ya no puede vivir si no es comprando a través de su móvil, su tablet o su ordenador.
El hecho de que la gente esté empezando a adquirir buena parte de sus compras a través de Internet hace que, indirectamente, se estén desarrollando modelos de negocio como el que tiene que ver con los embalajes. Para garantizar la seguridad y confidencialidad de los productos que se venden, el embalaje es una herramienta necesaria y de la que tiran todas las empresas que venden y distribuyen cualquier producto. Los profesionales de Tecsome, una entidad encargada de proporcionar soluciones en este sentido con materiales ecológicos, nos han indicado que su volumen de trabajo ha ido creciendo conforme lo ha ido haciendo el volumen de negocio del comercio electrónico en el interior de nuestras fronteras.
La ecología, clave en un entorno como este
Lo que comentábamos en el párrafo anterior en relación a las soluciones ecológicas para los embalajes es de una importancia muy grande en los momentos en los que nos encontrábamos. Si tenemos en cuenta que la necesidad de embalar productos ha crecido como consecuencia del desarrollo de ese comercio electrónico, es clave apostar por materiales que no dañen al medioambiente. La Tierra ya ha tenido que soportar en muchas ocasiones la mano nociva del ser humano y no es de extrañar que los propios humanos estemos preocupados por esa excesiva dependencia que hemos tenido de los recursos naturales de un planeta al que ya hemos maltratado lo suficiente y que necesita un descanso.
Hay muchas maneras de apostar por un entorno más ecológico, pero no cabe la menor duda de que una de las claves es hacer posible que los materiales que usemos para embalar sean respetuosos con el medioambiente. Lógicamente, no solo con eso vamos a conseguir un mundo mejor. Hacen falta más cosas, más políticas que vayan destinadas a terminar con la degradación de nuestros pueblos, ciudades, montes y bosques. Algunas de las que se vienen implementando en los últimos años son las siguientes:
- La disminución en el uso de combustibles fósiles como el diésel o la gasolina a través de la construcción de automóviles híbridos o eléctricos.
- La apuesta por energías renovables como la eólica o la solar, las cuales pueden generar muchos beneficios en un país como lo es el nuestro.
- La plantación de zonas verdes. Es cierto que tratamos de hacerlo siempre, pero tenemos que escalar hasta el siguiente nivel porque la calidad de vida de mucha gente depende de la presencia de estas zonas verdes.
- Un aumento de la apuesta por el transporte público para que no tengamos que viajar todos y todas en un coche cada uno a lo largo de nuestro día.
Debemos tener claro que todo lo que podamos conseguir en este punto va a ser beneficioso no solo para nosotros y nosotras, sino también para las generaciones futuras. El aumento de la temperatura media del planeta no es una buena noticia para ninguno de nosotros ni nosotras y debemos poner toda la carne en el asador para intentar ponerle coto a esta situación. Una de las maneras de hacerlo es cuidar de las materias primas con las que contamos para producir bienes y servicios. Con esto, estaremos un pelín más cerca de conseguir un mundo que sea mejor y en el que no tengamos la amenaza que implica la degradación de nuestra Tierra, que a fin de cuentas es como nuestra propia casa.
La existencia del comercio electrónico ha sido clave para continuar con nuestra apuesta medioambiental. Principalmente porque hace que mucha gente no tenga que moverse de casa cogiendo su coche particular para comprar algo en alguna tienda. Si, en lugar de que todos y todas salgamos de casa para ello, existe la opción de que compremos online dicho producto y que un mismo repartidor nos haga llegar todos esos productos para una pequeña ciudad o pueblo en concreto, estaremos ganando todos: nosotros en comodidad y la Tierra en salud. Además, gracias a eso se habrá generado un puesto de trabajo, el del repartidor. Parece, desde luego, un plan perfecto.
Estamos hablando de un modelo de negocio que ha venido para quedarse, os lo podemos asegurar. Cada vez son más las personas que apuestan por un modelo de negocio como lo es este y más las tiendas que venden online. Se trata del modelo de comercio del presente y el futuro. Todos y todas nos hemos ido acostumbrando a él durante los últimos años y estamos convencidos de que la vida es algo mucho más cómodo desde que existe. En una sociedad en la que lo que más nos falta es tiempo, poder comprar de esta manera y ahorrar minutos e incluso horas en compras a través de Internet es básico para nuestra comodidad.
¿Conocéis a alguien que todavía no compre online? Se trata de personas que están en vías de extinción puesto que su número se ha reducido de una manera más que considerable en los últimos años. Incluso las personas más mayores, esas a las que quizá les ha podido costar un poco más adaptarse a todo lo que requiere y a todo lo que supone Internet, se han acostumbrado a comprar a través de la red. Y lo cierto es que no se arrepienten en absoluto, para qué os vamos a mentir. Lo que funciona termina triunfando y está claro que el comercio electrónico funciona y que ha triunfado en la sociedad en la que nos encontramos a día de hoy.
Los datos a los que hemos hecho referencia se van a quedar en nada cuando vayan saliendo los estudios relativos al crecimiento del e-commerce en este 2024 y los años venideros. ¿Acaso alguien lo duda? ¿Acaso alguien de quienes estáis leyendo estas líneas ha comprado menos este año en Internet que lo que compró el año pasado? Cada vez será más fácil comprar online y llegará un momento en el que, para muchos tipos de negocio, será el único medio posible para la compra de sus productos o servicios. Es inevitable.
