Cuando buscamos una segunda vivienda suele ser a modo de apartamento en la playa, o como casa de campo y lo último que queremos es que se esto convierta en un problema. Para evitarlo debemos comprobar cómo se encuentra la vivienda antes de comprarla, teniendo en cuenta los gastos de mantenimiento que va a tener.
Si buscas una buena agencia inmobiliaria con experiencia a la hora de gestionar y vender apartamentos en la playa, Romer Playa es una buena opción, pues conocen perfectamente toda clase de inmuebles en la zona de Denia. La posibilidad de encontrar tanto obra nueva como de segunda mano a la hora de elegir, es bastante útil.
Vamos con unos consejos para abordar la compra de una segunda vivienda:
Hay que tener claro que comprar una casa es atarse a ese lugar
Antes de proceder a la adquisición de una vivienda de vacaciones para la playa, tenemos que tener en cuenta que deberá ser en un lugar que nos guste realmente y donde queramos pasar gran parte de nuestro tiempo libre. No es lo mismo en muchos sitios de playa estar en verano que cada fin de semana o puente.
Comprobar cómo está la vivienda
Si lo que se busca comprar es una obra nueva, tenemos que cerciorarnos que todo es legal, asegurándonos que los materiales son los mismos que podemos encontrar en la memoria de la casa. En resumen, debemos tener el control de la mayoría de las cosas para luego no tener sustos.
Si lo que queremos es comprar un apartamento de segunda mano, tienes que comprobar cómo están todas las instalaciones de la casa. Dejar algo a la suerte, puede ser fatal y suponer grandes gastos e incomodidades a la larga. Aunque pasemos pocos meses al año, debemos estar lo más cómodos que sea posible.
Hacer cálculos para poder realizar ajustes en el precio
No debemos comprar en temporada alta, pues los precios suelen subir justo antes y después del verano. Hay que calcular si lo que cuesta la casa está ajustado a las posibilidades desde el punto de vista económico de la persona. Para hacer esto, deberemos multiplicar por cuatro los ingresos brutos al año.
No debería ningún particular o familia destinar los ingresos de cuatro años a pagar una vivienda. Además, también hay que contar con los impuestos, diversos seguros y otros gastos extra que pueden suceder. En caso de que el inmueble tenga algún defecto, tendremos que intentar negociar para que el precio de la vivienda sea lo más bajo posible hasta que se puede ajustar a nuestras conveniencias.
Compra en una zona con buena situación y conocida
Se compramos una casa o playa los fines de semana y gran parte de la ciudad piensa igual, va a ser complicado descansar. Lo mejor es elegir una zona que cuadre bien con lo que nos guste, pero que tenga fácil acceso, sin necesidad de tener que pasar muchas horas en el atasco.
Antes de la adquisición de una vivienda, lo más recomendable es saber si en esos meses de temporada baja existen vecinos. En caso de que sea así, es una inmejorable noticia, puesto que va a ser bastante más segura una zona que esté habitada durante todo el año que un barrio fantasma que solo se llene los meses de estío.
No olvidemos los gastos de mantenimiento
Comprar una segunda residencia tiene muchos gastos en los que debemos pensar. Al precio que cueste la propia casa, se le debe sumar no solo la hipoteca, también hay más pagos mensuales, como el recibo de la comunidad, los suministros de luz, gastos de sitios comunes, el IBI, etc. Todo esto se paga y solo se disfruta unas semanas al año o unos fines de semana en los mejores casos. Todo esto hay que tenerlo en cuenta antes de tomar la decisión de compra.
Sacar rendimiento cuando no se usa mucho
Si se compra un apartamento en zona de playa que sea buena, vas a tener su valor garantizado, pudiendo alquilarla si en algún momento quieres darle rentabilidad. Esta es una buena opción, aunque recuerda que aumentarán las posibilidades si está en un buen estado, bien situada y tiene todas las comodidades necesarias. Los alquileres pueden ser una buena forma de ganarle dinero a la casa y así afrontar pagos.