La prevalencia de los trastornos mentales continúa aumentando en todo el mundo, causando efectos considerables en la salud de las personas y graves consecuencias a nivel socioeconómico y en el ámbito de los derechos humanos en todos los países. En la actualidad existe una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Pero es posible curarlos con tratamiento psicológico.
Marisa Hernández Torrijo, licenciada en Psicología Clínica por la por la UNED y Máster en tratamiento de Drogodependencia y Adicciones, trabaja en su consulta particular como psicóloga en Zaragoza, realizando psicoterapia individual y terapia de pareja, además de colaborar con otras entidades y otros profesionales de la salud como psiquiatras y psicólogos infantiles. Desde su experiencia diaria sabe que todos los pacientes pueden llegar a buen puerto gracias a la terapia y a los tratamientos.
Ella misma atiende a pacientes que tienen un trastorno psicológico determinado, pacientes que no tienen un trastorno específico, pero que si tienen una sintomatología que les afecta en su día a día, pacientes que simplemente necesitan mejorar sus habilidades sociales, autoestima, timidez o cualquier otro aspecto de su personalidad que presente déficit, y otros con algún trastorno psiquiátrico que necesitan de una intervención multidisciplinar con apoyo psicológico. En el mundo, los trastornos de mayor prevalencia son la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo. Pero existen estrategias eficaces para prevenir algunos trastornos mentales, como la depresión.
Además, se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan, pero los pacientes deben tener acceso a la atención médica y los servicios sociales que les puedan ofrecer el tratamiento que necesitan. Además, es fundamental que reciban apoyo social.
Entre los trastornos más comunes nos podemos encontrar los siguientes:
- Depresión. Se trata del más frecuente y una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres. El paciente de la depresión presenta síntomas como la tristeza, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, cansancio y falta de concentración. También puede presentar diversos síntomas físicos sin causas orgánicas aparentes. La depresión puede ser de larga duración o recurrente, y afecta considerablemente a la capacidad de llevar a cabo las actividades laborales y académicas y de afrontar la vida cotidiana. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Se ha demostrado que los programas preventivos reducen su incidencia tanto en los niños y en los adultos.
- Trastorno afectivo bipolar. Este afecta a alrededor de 60 millones de personas en todo el mundo. Se suele caracterizar por la alternancia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal. Durante los episodios de manía, el paciente presenta un estado de ánimo exaltado o irritable, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Se dispone de medicamentos que estabilizan el estado de ánimo con los que atajar eficazmente las fases agudas del trastorno bipolar y prevenir las recidivas.
- Esquizofrenia y otras psicosis. Las psicosis se caracterizan por anomalías del pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la percepción del yo y la conducta. Estas suelen ir acompañadas de alucinaciones y delirios, dificultando que la persona trabaje o estudie con normalidad.
- Esta enfermedad se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva más allá de lo que podría considerarse consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación. Este trastorno suele estar causado o ser precedido por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
El perfil de paciente con trastorno mental
A la hora de trazar el perfil de la persona propensa a sufrir un trastorno mental la Organización Mundial de la Salud explica que hay que tener en cuenta los determinantes de la salud mental, que incluyen no solo características individuales tales como la capacidad para gestionar nuestros pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales, como las políticas nacionales, la protección social, el nivel de vida, las condiciones laborales o los apoyos sociales de la comunidad. Pero también conviene tener en cuenta otros factores como son el estrés, la herencia genética, la alimentación, las infecciones perinatales y la exposición a riesgos ambientales.