Amelia siempre ha tenido una delantera hiper mega grande, aunque eso sí, muy bien puesta. Su pecho, era conocido y admirado en todo el barrio y allá por donde pasase, y nunca ha negado que le encanta sentirse observada cuando camina por la calle, con su pecho erguido, y su actitud segura y altiva. A pesar de que sus problemas de espalda iban a más, Amelia, nunca se lamentaba de su talla gigante de sujetador, e incluso negaba el dolor, para evitar los comentarios de sus amistades acerca de lo malo que era para la salud el tener unos pechos tan grandes. La chica estaba convencida de que todo era pura envidia. Sinceramente, nunca he conocido a una mujer tan orgullosa de sus tetas como mi amiga Amelia.
Pero todo cambió cuando se quedó embarazada. Sus ya de por sí enormes pechos, se transformaron en auténticos melonazos, y ya no se trataba de una cuestión estética, ahora, el dolor empezaba a ser insoportable, y lo peor es que tendría que estar así durante 9 meses enteritos. No quería ni pensar lo que sería la lactancia, estaba muertecita de miedo.
Así que, a regañadientes, decidió hacer caso a su doctora, quien le recomendó usar sujetadores reductores, como los que tiene, por ejemplo, Lencería Paqui, que cuenta con la mejor selección de sujetadores de gran capacidad ideales para sujetar el pecho grande. En esta tienda están especializados en sujetadores reductores hipoalergénicos y cuentan en su amplio catálogo con una gran variedad de sujetadores en todos los colores, estilos y copas, de las principales marcas y a un muy buen precio. En Lencería Paqui cuentan más de 30 años de experiencia al servicio de sus clientes por lo que se han convertido en auténticos expert@s en lencería. Si buscas la comodidad, el diseño y la reducción, lo encontrarás todo en Lencería Paqui.
Los senos y el embarazo
Ni siquiera has tenido la primera falta, pero ya lo sabes, tus gigantescas mamas te delatan, estás embarazada y las hormonas te han dejado unos pechos que nunca antes te había visto igual.
Tus enormes pechos, hacen saber al mundo entero que está esperando un bebé, y la sensibilidad en la zona es tal, que el mínimo roce te provoca un dolor horrible. Y lo que te queda, tus tetas se están preparando para la lactancia. A partir de ahora tu cuerpo deja de pertenecerte, ahora pertenece por completo a esa pequeña criatura que crece dentro de ti, que se alimenta de ti, y que depende de ti para vivir.
Tu talla de sujetador aumenta sobremanera y no te queda más remedio que empezar a usar reductores, mejor sin aros, y a poder ser de fibras naturales y de buena calidad para que sujete bien el pecho.
Tus pezones parecen galletas campurrianas, se vuelven oscuros y hiper sensibles al tacto, solo con ponerte la mano encima notas que te duele, lo que será peor cuando te toque dar el pecho.
Venas hinchadas, estrías o alguna secreción de calostro, empezarán parte de tus tetas, hasta el final, pero tranquila, todo pasa, y si te cuidas bien, usas un sujetador adecuado y te hidratas bien el pecho, conseguirán mitigar esas molestias.
Recuerda que, aunque puedes usar el sujetador para dormir, has de quitártelo de vez en cuando y dejar el pecho al aire libre durante algunas horas.