Una vez a la semana, cada mes, a diario… cada uno tiene su sistema pero todo el mundo tiene que comprar comida y otros productos básicos de higiene y limpieza, para sobrevivir, además de ropa y calzado. Llegar a fin de mes con todos los gastos que uno tiene, puede convertirse en misión imposible, y encima, en los grandes establecimientos, con sus trucos publicitarios, hacen que gastemos más y más dinero. A ver, no es que tengas que pasar hambre o ir por ahí desnuda, pero desde luego, sabes que te gastas mucho más de lo que necesitas.
Y es normal, claro, porque estos publicistas se las saben todas para hacer que el cliente compre más de lo que tenía pensado gastar. Una buena idea para resistirse a la tentación es llevar siempre al súper una lista de la compra y ajustarse a un presupuesto previamente establecido.
Los publicistas saben cómo hacer para que salgas del súper con más de lo que querías. Porque su trabajo, consiste en saber hacer vender un producto, y si cuentan con una buena estrategia, las ventas se disparan, aseguran en Publigar, agencia de Publicidad, que ofrecen diferentes servicios:
Publicidad en autobuses, Publicidad en Radio, Posicionamiento SEO y SEM, Redes Sociales,
Diseño de Páginas Web… vallas publicitarias, marquesinas, mupis, servicios de buzoneo y reparto de publicidad, siempre adaptados al cliente.
Trucos que emplean en el súper para que compres más
Nada más entrar, te darás cuenta de que animan el ambiente con canciones actuales, o en sintonía con el establecimiento en cuestión. UuuuuMmmmmy ese olor, a veces a perfume, otras a un exquisito pastel. Todo esto hace ya, que de entrada, quieras comprar.
Sigues caminando y de pronto, te encuentras las etiquetas coloridas con las ofertas y promociones. Ojo, aquí es donde has de tener más cuidado. Muchas veces el ahorro no es tal, y cuando se trata de comida es muy posible que la acabes tirando, debido a que has comprado demasiada cantidad.
Otro truco publicitario es dar a los productos la apariencia de sanos. Esto vende más, ya que la gente está cada vez más concienciada con el cuidado del cuerpo y la mente. Así, utilizan palabras que pueden conducir a error y te crees que estás comiendo un producto saludable cuando en realidad no es así. Es muy típico que empleen, además, ciertos colores relacionados con la naturaleza, como el verde o el marrón. Ya te habrás dado cuenta que cuando pone sin OGM o 100% natural el precio de los alimentos sube.
El orden de los artículos también es fundamental a la hora de llamar la atención del cliente. Así, en el establecimiento existe una zona de puntos fríos y otra de puntos calientes. Son en estos últimos en los que más se fija el consumidor. Allí se colocan los productos más atractivos y caros. Por el contrario, los productos de primera necesidad, se encuentran en las llamadas zonas frías, ya que a ellas, sí o sí, tendrá que ir el cliente. Aquí es donde está el pan, la leche, los huevos…
En cuanto a los colores y los olores, estos llegan directamente al cerebro, provocando emociones. Cada color, está asociado a una emoción concreta, que puede ser natural, o aprendida, pero los publicistas juegan con los colores y con las respuestas que suelen provocar en las personas. Así, los colores cálidos, son los que más invitan a comprar, mientras que los fríos, provocan el efecto contrario. Y lo mismo ocurre con los olores. En el súper, asocias cada producto con un aroma, y además, con una melodía. Esto es de lo más sugerente e animan al cliente a recorrerse toda la tienda.
En muchos establecimientos hornean bollería para que se te haga la boca agua y no puedas evitar comprarla. Las catas de productos son también un buen reclamo publicitario.
Has de tener en cuenta que hay ciertos aditivos que provocan adicción: Azúcar, Glutamato monosódico. Sustitutos de azúcar y endulzantes: aspartame, sacarina, neotame, sucralosa, alcoholes de azúcar. Jarabe de maíz con alto contenido de fructosa. En este caso, están jugando con tu salud. Porque gracias a estas sustancias, los alimentos están mucho más ricos y se ven más atractivos, pero no son sanos, ni mucho menos.
Otro truco es ir poniendo cada vez más cantidad de patatas, al tiempo que sube el precio, claro. Si te fijas las raciones de patatas cada vez son más grandes. Y consecuentemente tu ingesta de grasa es mucho mayor.