Nadie podría imaginar que ese virus que era “como una gripe” iba a cambiarnos tanto nuestras vidas. Muchos pensaban que a ellos no les pasaría, pero al final, tarde o temprano, en la primera ola, segunda o tercera, son muchas las personas que han padecido la enfermedad del covid. Hoy no queremos hablar de los problemas económicos que va a dejar este problema, sino de los que se tienen una vez que la has padecido, es decir, las famosa secuelas que estamos viviendo que son terribles.
Es una enfermedad tan puñetera que algunas personas la pasan sin salvarlo, los denominados asintomáticos. Otros que la pasan con unos leves síntomas, es decir, en su casa con dolor de cabeza, fiebre o tos. Luego otros que se complica la cosa y ante la falta de oxígeno tienen que acudir al hospital y es posible que tengan una neumonía bilateral. Y por desgracia, están los que tienen que ser ingresados en UCI y vivir uno de los peores momentos de su vida. Gente entubada, dados la vuelta, con máquinas por todos los sitios, y que corre peligro su vida.
Afortunadamente muchos salen adelante, pero estamos hablando de pacientes que han convivido con la enfermedad durante más de dos meses, o en algunos casos, muchos más. Y ante esto el cuerpo tiene que padecer unas duras secuelas. Hablamos de dolores de cabeza, dermatitis, cansancio máximo, tos presente, frío, pérdida de voz, falta de ánimo, y lo más duro, problemas de movilidad y que los órganos vitales se ven afectados. Ante esta situación tenemos que hacernos a la idea de que la vida cambiará para todos. Por eso, en muchos casos hay que habilitar la casa con medidas.
Cama con elevador
Si el paciente ha quedado con muchas secuelas, quizás haya que comprar una cama con elevador. En este caso la de Cuidaria la puedes obtener en alquiler por 88 euros al mes, ya que la idea es que no siempre la tengamos que usar. Ojalá. Se trata de un acama de carro elevador con barandillas abatibles, cabecero, piecero y colchón y que soporta un peso máximo de 135KG. Es una cama completamente eléctrica en la que podemos realizar todas las funciones con el mando: levantar espalda, piernas y elevar la cama en altura, acciones que son básicas para este tipo de enfermos. La cama dispone de cuatro ruedas y sus respectivos frenos para poder moverla de forma fácil y segura.
Sillas de ruedas
El covid afecta a todo, incluso a nuestra forma de andar. Han sido meses muy duros sin movernos, y lo más seguro es que hayamos perdido masa muscular. Por lo tanto vamos a tener que volver a aprender a andar, para ello tenemos que tener en casa una silla de ruedas que nos lleve por casa. Tienes que comprar una silla manual ligera y plegable. Ideal para poder transportarla en algún vehículo por si hay que llevarle a la posteriores consultas médicas. Mira bien los catálogos porque disponen de varios tipos de sillas con distintas medidas que se adaptan a cualquier tipo de usuario. Será un reto nuevo donde tenemos que estar muy pendientes del enfermo para que no se siente mal. Además tenemos que evitar posibles caídas. Después de la silla de ruedas será el momento de comprar unas muletas.
Juegos para practicar
Al igual que ocurre en el hospital, en tu casa tienes que realizar una serie de ejercicios para comprobar que tu evolución es la correcta. Por eso, puedes mirar en tiendas especializadas para comprobar si tienen juguetes o artículos para ejercitar tu capacidad pulmonar. Por ejemplo hablamos del típico aparato que tiene tres bolas con un soplador y con el que puedes ir analizando tu evolución. Tampoco pueden faltar bolas para ejercitar la fuerza que tienes en las manos. Incluso son muchos los que se quedan sin memoria después de pasar el coronavirus, por lo que tendremos que comprar juegos o hacer sudokos.
Ya has visto que la vida cambia y hay que adaptarse a ella. Además podemos también aprovecharnos de las nuevas tecnologías para estar en contacto con él. Quizás sea necesario tener una cámara de videovigilancia por si necesita algo, o cambiar aspectos de la casa para hacerlo todo más fácil, por ejemplo con la domótica para subir y bajar persianas, o apagar luces.
La covid-19 no es una enfermedad conocida y, por tanto, tampoco lo son sus potenciales secuelas. Hasta cuándo pueden permanecer y cómo se pueden resolver son preguntas que deben resolverse con investigación, poco a poco vamos sabiendo más, pero mientras tanto hay que tomar estas medidas.