Hace ya más de seis años que está entre nosotros, pero todavía muchas personas no saben lo que es. Muchas personas que quieren comprar o vender su casa desconocen en qué consiste lo del certificado energético. Pues bien, desde el 1 de junio de 2013, para vender o alquilar un inmueble, es necesario contar con el correspondiente Certificado de Eficiencia Energética, suscrito por un técnico competente, con una validez máxima de 10 años. ¿Pero qué es? ¿Cómo se consigue?
Pues bien, este certificado valora de la A a la G, el grado de emisiones de CO2, de un inmueble, y se calcula midiendo la energía consumida por todos los elementos necesarios para mantener la vivienda o local en unas condiciones de confort calórico, lumínico, así como el agua caliente, y calidad de aire en el interior. La elaboración de este certificado solo puede ser llevada a cabo por arquitectos o ingenieros de la edificación correspondientemente habilitados, en caso contrario los documentos generados no serán reconocidos por las autoridades competentes, tal y como nos confirman desde SegoHouse, una empresa inmobiliaria que se encarga de tramitar tu CEE en un plazo corto, y a un precio muy competitivo.
Mejoras
Si una vivienda existente posee una calificación energética será más sencillo implementar mejoras para aumentar su eficiencia energética. Los propietarios podrán utilizar el informe para determinar las formas más eficaces en los que puede mejorarse la eficiencia energética. Una vivienda nueva que cuente con calificación energética permite a los compradores comparar la eficiencia energética de los hogares que están estudiando la posibilidad de compra. En la Unión Europea, la calificación energética de las viviendas, y de los edificios en general, forma parte de la Certificación energética de edificios
Pero vamos a saber un poco más sobre este certificado. En primer lugar, la energía final consumida. Es el consumo que estamos acostumbrados a ver, por ejemplo, en una factura energética; es decir, la cantidad de energía suministrada al edificio ó unidad del edificio (por ejemplo, un m3 de gas natural) que ha sido empleada por un sistema técnico (ej. una caldera de gas) para atender una determinada demanda energética (elevar la temperatura interior hasta un nivel de confort).
A esta definición hemos de añadir la de energía primaria. Para suministrar una cantidad determinada de energía (final) al edificio ó unidad del ejemplo anterior, es necesario que, desde la fuente inicial ó primaria que empleamos para obtenerla, ésta sufra una serie de transformaciones, que dan lugar a pérdidas.
Por ejemplo, un m3 de gas natural contiene una determinada cantidad de energía, pero al quemarlo para producir electricidad, gran parte de esa energía se pierde en forma de calor en la propia central eléctrica, y otra se pierde trasladándola y transformándola a la tensión con la que finalmente se suministra, por poner algunos ejemplos. Por tanto, suministrar una unidad energética requiere de una cantidad adicional de energía que se pierde en procesos intermedios; la suma de ambas es la energía primaria consumida, que es la verdadera huella del consumo final antes descrito.
Cuánto cuesta
El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha aprobado a través del Boletín Oficial del Estado, las tarifas de honorarios para la emisión de Certificados de Eficiencia Energética que sean realizados por la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio SEGIPSA. Los honorarios se refieren a trabajos de certificación energética con y sin tasación conjunta, así como auditoria y certificación energética de bienes inmuebles.
Cálculo
Los técnicos tienen herramientas de cálculo que les permiten efectuar el certificado energético. A la hora de efectuar el certificado los técnicos valoran aspectos previos como el año de construcción del edificio, el tipo de inmueble, la ubicación geográfica del inmueble. Con estos datos previos, los programas de certificación energética tienen en consideración las condiciones climáticas del lugar en cuestión, sumado a las bases de datos que llevan incorporadas.
Una vez hecho esto, se facilitan una serie de parámetros fruto de la medición durante la visita al inmueble y en base a la normativa. Estos parámetros analizan la envolvente térmica (cerramientos, muros exteriores, suelo, ventanas), datos de las instalaciones térmicas del edificio y medidas de mejora. Respecto a las condiciones de ocupación del edificio ó unidad, no se tiene en consideración la realidad de las mismas. Los programas realizan el cálculo con unas condiciones de uso preestablecidas, de modo que los edificios sean comparables entre sí independientemente de quien los utilice.
Documentos
Existen tres tipos de esos documentos: a) Programas informáticos de calificación de eficiencia energética. b) Especificaciones y guías técnicas o comentarios sobre la aplicación técnico-administrativa de la certificación de eficiencia energética. c) Cualquier otro documento que facilite la aplicación de la certificación de eficiencia energética, excluidos los que se refieran a la utilización de un producto o sistema particular o bajo patente.