Los stocks son necesarios para toda empresa y no tenerlos en cuenta, especialmente a la hora de la gestión es un error que puede ser fatal para tu negocio. Liquistocks cree que en el sector se ha avanzado mucho en los últimos años, especialmente en cuanto a la aplicación de la tecnología que ha hecho que sean todos los procesos más eficientes. ¿Es este el camino a seguir? Parece ser el que mejor funciona.
Si se suele decir que cada empresa es un mundo, también podemos decir lo mismo de cada almacén. Todo va a depender del producto que vendamos, su época del año y esto hace que gestionar el stock sea magnífico a la hora de optimizar las labores y lograr unos mejores resultados en nuestro día a día.
Vamos a ver ahora una serie de interesantes ideas sobre la administración de os inventarios que pueden ayudarte a mejorar sin duda, el funcionamiento del almacén, con un ahorro de costes y que sin duda te ayudará a que vendas más.
Usa el FIFO en el caso de que los productos sean perecederos
Si trabajamos con productos que tengan fecha de caducidad (de los llamados perecederos). El método debe ser el FIFO (First in First out). Esto consiste en que los productos que entren con más antigüedad en el almacén serán los que se vendan primero.
Si vamos a la fecha de fabricación o la fecha máxima para el consumo, es posible que sea el eje sobre el que funcione el almacén. En estos casos merece la pena etiquetar los productos e ir organizando de la mejor de las maneras el espacio para que así no se mezclen las mercancías. De no hacerlo, puede que corras el riesgo de que el stock pueda caducarse en tus estanterías.
Con esta clase de productos los tiempos pueden llegar a ser de lo más exigentes, puesto que en un negocio no se puede permitir el lujo de enviar pedidos en mal estado. Todo ello hace que el funcionamiento del almacén sea excelente.
Elegir el sistema más adecuado para poder realizar el control de los inventarios
Lo mejor es someter a un análisis detallado los datos con los que cuentes a la hora de hacer el inventario del almacén regularmente. Con ello vas a poder detectar las pérdidas o errores que puedan llegar a producirse.
Existen bastantes empresas que lo que hacen es un solo inventario al acabar el año. Esto realmente no es demasiado eficiente y es una labor tediosa. Corres el riesgo de encontrarte con que no sea capaz de identificar cuándo se realizaron los desajustes localizados.
En vez de esto, se pueden hacer una serie de inventarios periódicos de cada producto. Por lo general no es algo que esté programado y de esta forma se puede comparar la realidad existente en el almacén con los datos que tengamos sobre el papel.
Un método que también conviene citar es el de los ciclos de conteo. Ellos lo que hacen es extenderse durante todo el año y cada semana por lo general se recuentan las unidades de un producto distinto y en un horario que puede ser rotativo. Por lo general los elementos de valor suelen contarse con mayor frecuencia.
Pon en práctica el método ABC
Como es normal, todos los productos que hay en los almacenes no son los mismos. Los valores son distintos y tampoco se venden con la misma frecuencia. Todo esto debemos pensarlo cuando se gestiona el stock e igualmente cuando se hacen pedidos al proveedor.
El método denominado ABC ayuda a que se prioricen ciertas cosas a la hora de gestionar los inventarios. Para ello se tienen que categorizar los productos.
Confía en los datos y haz pronósticos
El poder realizar una buena gestión de los stocks siempre pasa por hacer una serie de pronósticos que acierten sobre cómo va a poder evolucionar el negocio. Aquí elementos como los históricos de ventas, así como los análisis de datos son fundamentales, al igual que la experiencia y el propio conocimiento del sector en el que nos movemos.
Estamos ante una tarea bastante compleja en la cual influyen algunos factores en que debemos pensar.
- Tendencias del mercado
- Ventas del año pasado en ese mismo periodo
- Tasa de crecimiento del año en el que te encuentras
- Ventas garantizadas por contratos u otras formas
- Estacionalidad y el factor económico
- Promociones realizadas
- Inversiones a nivel publicitario
Con todo ello vas a poder un pronóstico de lo más ajustado, aunque la demanda que se produce en el mercado es de lo más impredecible.
Creación de un plan de contingencia
A este plan también se le llama plan B para cuando se produzca algún problema en relación con los inventarios de almacén. Hay que estar listo por si:
- Ocurre un aumento en las ventas de los productos o te quedas sin stock
- En los almacenes no hay espacio suficiente para las mercancías
- Se produce un error de cálculo y se tiene una cantidad mayor o menor del producto
- Un fabricante sufre una rotura de stock y no puede proveer en el periodo de tiempo que acostumbra
Los planes de contingencia ayudan a poder resolver los problemas de una forma más rápida y con más eficiencia. Todo ello hace que puedas recuperar cuanto antes la normalidad y seguir con la actividad. Lo mejor es buscar hasta 3 soluciones distintas para cada uno de los problemas así siempre estarás cubierto.
Los almacenes tienen un funcionamiento realmente complicado, donde pueden aparecer bastantes complicaciones. Por ello, cuanto más preparado estemos, mejor será.
La ventaja de usar tecnología especializada
Ahora hay muchos programas para realizar la gestión de los almacenes o controlar los stocks que hacen posible el poder trabajar más eficientemente y de manera más rápida. Realmente sorprende ver cómo va cambiando la logística en el mundo de la empresa cuando entra en juego la tecnología. Los procesos pasan a automatizarse, reduciéndose los márgenes de error y los datos se pueden ir actualizando en tiempos reales.
Con ello se pueden mejorar de forma importante los procesos, ahorrando tanto tiempo como dinero. Los almacenes informatizados pueden ser una buena solución para los muchos problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día.