Vamos camino de erradicar las connotaciones negativas que posee la palabra trabajar. Poco a poco, vamos cambiando el concepto y nos referimos al trabajo como algo esencial para desarrollarse como persona y procurarse un sustento, en lugar de pensar que se trata de una obligación. Trabajar es salud, ya lo dice el dicho. Contar con un buen puesto de trabajo, hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos, satisface y nos invita a avanzar.
El mundo laboral es complicado, no resulta fácil encontrar un buen puesto de trabajo que, cumpla con todos los requisitos acordes a nuestras pretensiones. Siempre buscamos algo más; siempre queremos algo mejor. Muchas veces, aun siendo así, nos estancamos en un trabajo que no nos satisface, para el cual no estamos realmente preparados o no nos gusta en absoluto. Al fin y al cabo, hay que trabajar.
Afortunadamente, las grandes empresas y los empresarios más jóvenes, están cada vez más concienciados con que sus empleados, gocen de buenas condiciones. No exclusivamente a nivel económico. El bienestar emocional, procurar un buen entorno laboral, donde prime la motivación, son por igual factores relevantes. En eso consiste el término de reciente adquisición, salario emocional.
Desde AMG Interim, expertos en gestión empresarial, nos hablan de la importancia de las neurociencias y la psicología del trabajo, tienen actualmente en las empresas. Saber como lidiar con los empleados y crear entornos laborales saludables, es uno de los objetivos primordiales de las empresas más potentes y vanguardistas. No importa el sector en el que opere, si se trata de finanzas, industria o pequeñas empresas, el entorno laboral tiene que ser adecuado y propiciar las buenas relaciones laborales. Como sabemos, trabajar en un lugar donde te sientes cómodo y existe un buen compañerismo, donde el jefe es un compañero más, pero con mayor responsabilidad, contribuye a ese bienestar emocional que alivia el estrés al que nos vemos sometidos durante la jornada laboral. Trabajar en ambientes distendidos, procura una disminución de la presión.
Psicología del trabajo y las organizaciones
Afortunadamente, la psicología hace tiempo que dejó de asociarse a la locura y estar mala vista en sociedad. Acudir al psicólogo de cuando en cuando, no esta de más y aporta grandes beneficios a quienes lo necesitan. Esto indica la apertura mental que hemos experimentado. La psicología, al igual que las neurociencias, ha ampliado su campo de acción, asentándose en el terreno laboral y empresarial. Cada vez esta más aceptada la presencia de un psicólogo en la propia empresa y, por supuesto, se utiliza con frecuencia la figura del psicólogo del trabajo.
Esté área de la psicología, es uno de los que más salida ofrece a nivel laboral. Numerosos psicólogos, encuentran su trabajo en departamentos de recursos humanos, si bien es cierto que no es lo mismo el departamento de recursos humanos que el de psicología del trabajo. De hecho para trabajar en el primero, no es fundamental ni imprescindible ser un psicólogo, en tanto que para ejercer como psicólogo organizacional, hay que disponer de la formación adecuada. Además de que puede ejercer sus funciones a nivel de gerencia, en el área de investigación comercial o el marketing, e inclusive, la producción.
En definitiva, un psicólogo del trabajo, también conocido como organizacional o de empresa, es un profesional que aplica sus conocimientos en base a los principios de la psicología en el entorno laboral. Para desempeñar correctamente sus funciones, estudia los procesos mentales y el comportamiento humano a nivel individual y grupal, poniendo en práctica su formación asociada a la solución de los problemas derivados del trabajo.
Sus funciones, en general, son el estudio, diagnóstico, coordinación, intervención y gestión del comportamiento humano dentro de las empresas. Puede ejercer sus funciones como empleado, dentro del organigrama y asociado a un departamento como el de selección y capacitación. En ocasiones, esta figura, trabaja como parte de una empresa externa, ejerciendo funciones de evaluación del rendimiento, clima laboral, salud de los empleados o, incluso, ejerciendo de coach para empleados o directivos.
Mientras que la psicología organizacional se centra en las interacciones entre los individuos que forman un equipo, empresa o departamento, la psicología del trabajo, lo hace en las dinámicas de trabajo. Aplicando en su caso, estrategias y patrones de conducta para, partiendo de los recursos disponibles, obtener un resultado concreto. Este matiz, marca la diferencia de las funciones a desempeñar, a razón del departamento en el que desarrolle su trabajo. En cualquier caso, el mismo profesional puede ejercer ambas labores.
La función del psicólogo laboral
Este profesional, tiene un papel fundamental en alguna de las tres grandes áreas empresariales siguientes: recursos humanos (formación, capacitación, selección de personal…); marketing e investigación social y comercial; seguridad e higiene del trabajo (psicología de la salud laboral).
En función del área en la que desarrolle su trabajo, el psicólogo laboral puede ejercer las diferentes funciones, siempre enfocadas desde la perspectiva psicológica aplicada al trabajo. Entre esas funciones, encontramos las siguientes:
- Planificación, organización o dirección de distintas tareas dentro de la empresa, tales como admisión, evaluación, compensación, retención de talento y desarrollo de los empleados.
- Observa, describe, analiza, emite diagnósticos y resuelve los conflictos surgidos de la interacción humana, asegurando un buen clima laboral, al tiempo que promueve el desarrollo de la cultura organizacional.
- El análisis y modificación de los factores físico sociales y psicológicos que afectan al desempeño laboral y causan impacto en la eficiencia de los empleados, es otra de sus funciones.
- Aplicar cuestionarios y realizar entrevistas para hacer un diagnóstico correcto sobre el ambiente , la productividad y la salud laboral, llevando a cabo acciones preventivas que corrijan los posibles errores.
- Ejerce de asesor para el cuadro de mando si es necesario. Por ejemplo, en lo referente a las negociaciones colectivas, las posibles estrategias empresariales, la mejora de la imagen corporativa, etc.
- Analizar y poner en práctica diferentes técnicas de psicología, dirigidas a incrementar la productividad, mejorar el ambiente laboral, evitar la fatiga mental y prever accidentes o problemas de salud derivados de la actividad.
- Aportar su conocimiento en aspectos en los que es experto, como estilos de liderazgo, relaciones interpersonales, control emocional, técnicas de negociación, toma de decisiones o planificación.
- Sabe emplear las herramientas adecuadas para detectar el talento y mejorar el desarrollo empresarial. También lleva a cabo estudios sobre las necesidades del consumidor.
- Recomienda y pone en práctica medidas y acciones para incentivar y compensar al personal. Se encarga, a su vez, de asegurar su bienestar, seguridad y salud laboral.
- Es la persona encargada del área de formación, encargándose del diseño de programas de capacitación para el desarrollo personal, planificación de planes de carrera y ascensos.
- A través de pruebas psicológicas y cuestionarios para detectar las competencias de los candidatos, dirige y ejecuta los procesos de selección de personal.
- Analiza las necesidades particulares del personal, el puesto de trabajo y la empresa.
Todas estas funciones pueden inducir a pensar que se trata del departamento de recursos humanos. De hecho, ocurre con frecuencia que se refieran al psicólogo del trabajo como tal. No obstante, se trata de abordajes diferentes dentro de los mismos ámbitos. El psicólogo laboral, es justamente un psicólogo. En su caso, especializado en el campo de la empresa y el trabajo, en tanto que un profesional de recursos humanos, no necesariamente ha de tener formación como psicólogo.
Mientras que el departamento de recursos humanos no solo se encarga de la selección del personal y su capacitación, además de llevar negociaciones colectivas o gestionar las nominas y salarios, el perfil del psicólogo, no encaja en todas las áreas que compone el departamento. La formación de ambos profesionales difiere bastante, ya que las carreras universitarias abarcan aspectos diferentes en lo que a formación respecta.
Desde que la Organización Mundial de la Salud, publicó un plan de acción por el bienestar laboral, las empresas y organizaciones, han empezado a tomar conciencia de la importancia que tiene contar con un buen ambiente laboral, positivo y que preserve el bienestar físico y mental de los empleados.
Este cambio de enfoque, ha dado como resultado la implementación de psicólogos laborales para evaluar y prevenir los riesgos derivados del desempeño laboral. Dentro del campo de acción del psicólogo del trabajo, cabe señalar la gran relevancia que posee, para la implementación de programas contra el acoso laboral. Problema real que afecta a un diez por cien de los trabajadores españoles afectando su salud mental de tal manera que suelen ser objeto de baja laboral.
Dentro de las empresas, los factores de mayor riesgo para afectar a la salud laboral, son múltiples: desde el estilo de liderazgo aplicado, hasta el planteamiento de objetivos demasiado exigentes, pasando por los problemas de comunicación y la incertidumbre de las funciones que debe realizar el empleado. Estos aspectos, pueden y de hecho lo hacen, inducir estados de estrés en los trabajadores, poniendo en peligro, la estabilidad laboral y psicológica dentro del puesto de trabajo. Estos factores, influyen de forma directa en el rendimiento y eficiencia de los trabajadores, razón por la que, los primeros interesados en velar por el bienestar de los empleados, son los lideres.