En los últimos años se ha producido un preocupante aumento de los salones de juegos y apuestas. Estos negocios invaden barrios, localidades y ciudades completas, y atraen a personas cada vez más jóvenes provocando que pierdan su dinero -o el dinero de sus padres- con la esperanza de enriquecerse con rapidez. No cabe duda de que la situación se ha convertido en un problema que ha derivado en adicciones, e incluso en individuos o familias completas destruidas y arruinadas. En esta línea nos preguntamos si verdaderamente ¿es posible jugar de manera responsable y sin caer en la adicción? La respuesta es clara: sí es posible, y puede resultar muy divertido, pero hay que tener mucho cuidado y precaución. Por este motivo, en este post queremos hablar de algunas consideraciones a tener en cuenta y precauciones para evitar que esta actividad se nos vaya de las manos. ¿Te interesa? ¡Quédate a leer!
Define un límite de dinero y no lo sobrepases
Si es la primera vez que vas a apostar o a comprar lotería, te aconsejamos que definas un límite de dinero previamente y no te excedas de él. Si lo haces, podría provocarte el sentimiento de que debes recuperarlo a toda costa, e incitarte a seguir jugando con este objetivo. Es importante no perseguir el dinero que has perdido. Una vez perdido, está perdido, y es mejor conformarse con eso que intentar recuperarlo por los mismos medios.
En el caso contrario, si has ganado un poco o mucho dinero, no permitas que la victoria te haga creer que la suerte va a ser siempre la misma. Las máquinas están preparadas para que, quienes jueguen, se lleven premios de vez en cuando con el objetivo de atraparles y darles la esperanza de que pueden ganar mucho más. ¡No caigas en la trampa!
Juega en compañía, por diversión y en momentos puntuales
Nunca juegues por necesidad. Si tienes falta de dinero, lo mejor que puedes hacer es ahorrarlo o invertirlo en estudiar o comprar alguna herramienta que pueda ayudarte a recuperarlo en el futuro, pero nunca acudas a un salón de juego con la esperanza de enriquecerte. El juego debe abordarse siempre como una diversión, de igual manera que pagamos por ir a un balneario o por jugar a paintball. En este sentido, te recomendamos que lo hagas en compañía y en momentos puntuales. Es importante limitar el tiempo invertido en este tipo de actividades. Además, tampoco es muy recomendable acudir físicamente a salones de juego, ya que están hechos para incitar al cliente a quedarse. Una opción puede ser comprar lotería y aprovechar aquellos momentos más simbólicos como la navidad, el día del padre o el día de reyes. Antes no todos los establecimientos permitían elegir el número, pero, día de hoy existen todas las posibilidades imaginables y son muy accesibles. En Lotería la Piedad dan la oportunidad de adquirir lotería desde casa y permiten escoger el número personalizado de manera online. Si juegas con amigos, podéis elegir el número todos juntos.
No mezcles el juego con el alcohol
Si vas a apostar, procura no beber demasiado ni consumir otro tipo de sustancias que puedan exaltar el ánimo, ya que te motivarán a seguir jugando y podrás terminar con muy mal sabor de boca.
No juegues si estás pasando por un mal momento
Si acabas de pasar una pérdida, o si no te encuentras muy bien emocionalmente, no juegues, ya que esto podría convertirse en una manera muy dañina de llenar un vacío que, con el tiempo, solo acabaría provocándote quebraderos de cabeza y pérdidas de dinero.
Si sientes que no puedes evitar jugar, comunícaselo a tus seres queridos
Si jugar se ha convertido en un hábito que no eres capaz de frenar, o si tienes muchas ganas y te provoca demasiada emoción el hecho de apostar dinero, es el momento de frenar. En el caso de que no puedas hacerlo por ti mismo, o sientas que te supera, intenta comunicárselo a tus seres queridos, aunque, lo mejor, es que, a mayores, acudas a terapia para que un profesional en psicología especializado en adicciones pueda ayudarte a gestionar el problema antes de que vaya a más. No es un motivo para sentir vergüenza. De hecho, identificar un problema e intentar solucionarlo debería de ser una razón para enorgullecerse de uno mismo.
Recuerda que el juego puede llegar a ser muy divertido, pero también muy peligroso. Juega con cuidado. Todo el mundo es susceptible de caer en la adicción, aunque siempre dependa de la situación personal de cada persona.
¡Diviértete, pero con mucha precaución!