Para una pequeña empresa, tener contratado una buena cobertura de seguros puede suponer la diferencia entre la supervivencia o verse seriamente dañado por un imprevisto. En la mayoría de las empresas, los márgenes de maniobra son pequeños. La irrupción de un suceso inesperado puede acarrear serias pérdidas económicas. Algunos de estos seguros son obligatorios, otros, es conveniente tenerlos por lo que pueda suceder.
Durante algún tiempo estuve trabajando en una cadena de reparación de calzado y duplicado de llaves. Nuestras máquinas para copiar llaves eran bastante fiables. Sin embargo, había determinadas llaves de seguridad que si no se hacían con cuidado podían quedarse atascadas en la cerradura, e incluso, dañarlas. La actuación de un cerrajero externo para resolver el problema suponía un desembolso económico importante. Por suerte, la empresa tenía contratado un seguro que resolvía estas situaciones.
Recuerdo que un compañero experimentado me decía que 1 de cada 1000 llaves podía salir defectuosa. Era un riesgo predecible, pero si esa llave te tocaba a ti, terminabas muy nervioso. La primera vez que me sucedió creí que la factura del cerrajero me la descontarían del sueldo.
Cada empresa tiene sus propias particularidades. Sucede hasta en las empresas de un mismo sector. Por tanto, necesita una cobertura de seguros específica. Así nos lo comenta Juan Ramón García, que dirige una asesoría laboral y jurídica, y que recomienda a sus clientes que se pongan en contacto con Aragonés & Cemborain, una correduría de seguros de Alcorcón (Madrid), que suele efectuar una auditoría de la empresa antes de proponerles los seguros que necesita.
Este estudio previo es clave para que una empresa esté bien protegida. Le permitirá ahorrar dinero, eludiendo aquellos seguros que no necesita o son improbables, y estar cubierta para aquellos riesgos que realmente les puedan afectar.
Sin menosprecio de la auditoría, estos son los seguros que suele necesitar una pequeña empresa.
Seguros obligatorios.
El blog del operador telefónico Orange nos recuerda que todas las empresas están obligadas a contratar una serie de seguros por ley. Es como lo que nos sucede a los particulares cuando compramos un automóvil y debemos suscribir un seguro asociado al vehículo. Estos son los seguros obligatorios más importantes:
- Seguro de responsabilidad civil.
Es un seguro que protege a la empresa ante daños fortuitos ocasionados a terceros a consecuencia de su actividad habitual. Se trata de una importante herramienta ante eventuales reclamaciones de los clientes o de otras personas que puedan verse afectadas.
Su obligatoriedad no es universal, pero atañe a determinados negocios como las clínicas sanitarias (de cualquier tipo), los despachos de abogados, los establecimientos de restauración y los centros recreativos.
Para ejercer algunas de estas actividades se requiere una licencia pública. Carecer de este seguro puede implicar la rescisión de la licencia.
- Seguro multirriesgo.
Este seguro cubre la integridad física de las instalaciones de la empresa. Lo protege ante siniestros como pueden ser los incendios, las inundaciones, otros daños ocasionados por roturas de tuberías, rotura de cristales, robos e intentos de robo, etc.
Se suscribe tanto para locales abiertos al público, como una tienda, hasta para centros de trabajo como una oficina o una nave industrial. En las instalaciones alquiladas, el propietario del inmueble puede imponerlo como una condición imprescindible.
- Seguro para los vehículos de empresa.
Al igual que sucede con los vehículos de particulares, la flota de coches, furgonetas u otros medios de transporte o reparto que utilice la empresa deben estar asegurados. Su funcionamiento es similar al de un vehículo no industrial. Hay seguros a todo riesgo, pólizas a terceros, etc. Dependiendo de la actividad que realice la empresa, puede ampliarse la cobertura. Otra de las diferencias es que comparativamente su precio es menor al del vehículo de un ciudadano normal y corriente. Debido a que la empresa debe asegurar varios automóviles y puede negociar con la compañía de seguros un precio por paquete.
- Seguros de accidente de trabajo.
Todas las empresas que estén sujetas a un convenio colectivo, aunque sea sectorial, están obligadas a suscribir un seguro de accidente de trabajo que cubra toda su plantilla. Es el que se suele firmar con las Mutuas de Accidente de Trabajo.
Con este seguro, la empresa cubre los accidentes laborales y las situaciones que se puedan derivar de ella: invalidez, incapacidad laboral transitoria (I.L.T.), fallecimiento, etc.
Este seguro es obligatorio por ley, pero si la empresa no lo tuviera contratado y surgiera un accidente, tendría que afrontar ella sola, por su cuenta, todas las responsabilidades que se derivan del suceso. Desde la indemnización al trabajador hasta las sanciones administrativas por negligencia.
Los seguros más contratados por las PYMES.
El periódico El País, en su suplemento de economía, “Cinco Días”, señala que los seguros más contratados por las PYMES españolas son los seguros obligatorios. En concreto, el seguro de Responsabilidad Civil, el seguro Multirriesgo y el seguro de su flota de vehículos. Si bien lo que más preocupa a los empresarios es su situación financiera. Cómo hacer frente a los pagos con independencia de las circunstancias por las que se atraviesen.
Carecer de falta de liquidez en un momento determinado; por ejemplo, se tienen contratadas obras y servicios, pero aún no se han cobrado íntegramente, o una disminución temporal de la carga de trabajo, puede comprometer los acuerdos comerciales que la empresa tenga suscritos con proveedores o entidades bancarias.
La empresa no ha quebrado. No es una situación real. Sigue funcionando, pero carece de liquidez para afrontar sus compromisos económicos más inmediatos. Para afrontar estas situaciones, que son más habituales de lo que pensamos, las compañías de seguros han ideado productos específicos adaptados a cada una de estas circunstancias. Estos son algunos de los seguros financieros más contratados:
- Seguro de crédito.
Cubre el pago de un número determinado de cuotas de créditos y préstamos suscritos por la empresa con bancos o entidades crediticias. Puede cubrir la cuota completa o un porcentaje de la misma, que asegure que la empresa pueda hacer frente al pago aunque pase por una temporada delicada. De esta forma, evitará recargos por no pagar en su momento e intereses de demora.
- Seguro de préstamo.
Este seguro protege los préstamos que haya realizado la empresa con respecto al exterior. Ya sean económicos o en especie. En este caso, la empresa es el acreedor. Asegura el valor de sus inversiones y productos ante eventuales contratiempos, evitando situaciones de quiebra o suspensión de pagos derivados de la morosidad de sus clientes.
- Seguro de impagos.
La finalidad de este seguro es cubrir la morosidad de una parte de los clientes a la hora de efectuar el pago de las facturas. No es tan completo como el seguro anterior y se limita únicamente a las ventas.
- Seguro de lucro cesante.
Viene a cubrir los pagos habituales de la empresa ante situaciones sobrevenidas que afecten a la productividad, como puede ser un siniestro. Con este seguro se abonarían los salarios de los trabajadores y el pago de alquileres, entre otras partidas.
- Seguros a la exportación.
Es un conjunto de seguros que protegen las mercancías de la empresa en un proceso de venta internacional. Protegiendo el valor de los productos hasta que llegan a su destino final.
El mundo digital.
Internet es una ventana abierta al mundo que multiplica considerablemente las opciones de una empresa. Con un plan de trabajo adecuado, una PYME puede pasar de ser una pequeña empresa local a trabajar a nivel nacional e internacional. Por otro lado, la digitalización de las empresas las convierten en más eficaces y productivas. Reduce el tiempo y el esfuerzo que requieren determinadas tareas y permite un acceso a la información rápido y constante. Sin embargo, no es campo exento de riesgos.
La ciberseguridad es un asunto de capital importancia en los tiempos que vivimos. Parte de la información de una empresa corre libremente por la red, se aloja en servidores externos (la nube) o se almacena en dispositivos a los que se puede acceder desde el exterior. Aunque parece un problema meramente técnico, las compañías de seguros idean productos para asegurar los activos digitales de las empresas.
Uno de los problemas que puede sufrir una empresa en el mundo digital es la suplantación de identidad. Las empresas tiene correos electrónicos y trabajan en plataformas en las que para acceder a ellas es necesario utilizar una contraseña. Se insiste a menudo en utilizar contraseñas fuertes, formadas por números, letras y símbolos, y cambiarlas con frecuencia. Sin embargo, las contraseñas no son inexpugnables. Existen links maliciosos que pueden extraerlas y hacer que un hacker entre en la plataforma haciéndose pasar por un empleado de la empresa. Disponiendo de información comprometida.
Otro de los problemas son los ciberataques. Ataques orquestados desde el exterior que pueden paralizar por un tiempo los sistemas operativos de una empresa o un conjunto de empresas. Ocasionando cuantiosas pérdidas económicas.
Para que una pequeña empresa pueda efectuar su actividad con garantías, necesita de una buena cobertura de seguros que la protejan ante situaciones eventuales. No es un gasto más. Es una inversión en tranquilidad y seguridad.