El invierno trae consigo bajas temperaturas, viento, lluvia, y en algunas zonas, nieve. Como padres, uno de los principales objetivos es mantener a los niños abrigados y protegidos del frío sin sacrificar que estén cómodos.
Para elegir la ropa adecuada para los más pequeños, es importante tener en cuenta el clima específico de donde vives, así como las actividades diarias de tus hijos.
Capas, la clave para el frío moderado
Cuando el frío no es extremo, pero aún así se siente, lo ideal es optar por la teoría de las tres capas. Vestir a los niños con estas capas les permite mantenerse cálidos y al mismo tiempo, tener la flexibilidad de quitarse alguna prenda si llegan a sentir demasiado calor en interiores o durante la actividad física.
- Primera capa o ropa interior térmica: La capa más cercana al cuerpo es fundamental para mantener el calor corporal. En días frescos, pero no helados, puedes optar por camisetas térmicas de manga larga y leggings o mallas térmicas. Las prendas hechas de tejidos transpirables, como el poliéster o lana merina, son recomendables porque ayudan a retener el calor y a absorber la humedad en caso de sudoración. Estas prendas térmicas permiten que los niños mantengan una temperatura corporal estable sin sentirse incómodos.
- Segunda capa o capa intermedia: Sobre la ropa interior térmica, es recomendable poner una prenda de abrigo ligero. Aquí es donde puedes elegir suéteres de lana, sudaderas de felpa o polar. Este tipo de ropa es ideal para aportar una capa extra de calor sin ser demasiado voluminosa, lo que permite que los niños jueguen y se muevan libremente. Además, muchas sudaderas con capucha son prácticas porque pueden servir para proteger la cabeza cuando es necesario.
- Capa externa: Cuando el frío es moderado, pero no extremo, un abrigo ligero o una chaqueta cortavientos puede ser suficiente. Las chaquetas impermeables con forro polar son muy útiles en este tipo de clima, ya que también protegen de la humedad en caso de llovizna o nieve ligera. Los abrigos que permiten algo de ventilación, pero que a la vez protegen contra el viento, son una excelente opción para estos días.
Clima frío: Cuando hace más frío, pero no extremo
Para aquellos días en los que el frío ya es considerable pero aún no llega a ser insoportable, es necesario reforzar un poco más el abrigo sin exagerar. Las capas siguen siendo importantes, pero aquí es donde se empieza a considerar ropa más especializada para el invierno.
- Ropa interior térmica gruesa: Cuando las temperaturas bajan un poco más, opta por ropa interior térmica más gruesa. Existen prendas con tecnología avanzada que, además de mantener el calor, permiten la transpiración adecuada para que los niños no se sientan empapados por el sudor si están jugando al aire libre.
- Capa intermedia con mayor protección: Elige suéteres de materiales más gruesos como la lana o el polar de mayor densidad. Los suéteres con cuello alto o estilo cuello de tortuga también son recomendables, ya que mantienen el cuello protegido sin necesidad de una bufanda en días no extremadamente fríos. También puedes optar por chalecos acolchados si sientes que un suéter no es suficiente.
- Abrigos más gruesos: En lugar de un cortavientos, puedes pasar a chaquetas acolchadas o abrigos de plumón ligero. Estos abrigos mantienen mejor el calor y son cómodos para días fríos en los que el viento sopla con más fuerza. Asegúrate de que los abrigos tengan capucha para proteger la cabeza y el cuello, especialmente si hay ráfagas de viento.
Accesorios básicos
Para este tipo de clima, los guantes finos de lana o de polar son ideales, ya que mantienen las manos de los niños calientes sin interferir en sus actividades. Un gorro de lana también será necesario para mantener la cabeza abrigada, ya que la mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza.
Frío extremo: Hay que prepararse bien para las temperaturas más bajas
Cuando el frío es verdaderamente extremo, ya sea por vivir en una región con inviernos muy crudos o por tener días de nieve intensa, es necesario ir más allá y optar por prendas específicamente diseñadas para resistir bajas temperaturas.
En estos casos, es importante cubrir cada parte del cuerpo para evitar que los niños sientan frío en cualquier momento, especialmente en salidas al aire libre.
- Primera capa térmica avanzada: En estos climas, lo mejor es optar por ropa interior térmica de alta tecnología, como la lana merina o tejidos sintéticos diseñados para soportar temperaturas extremadamente bajas. Estas prendas son suaves, cómodas y mantienen la piel seca, algo esencial para que los niños no sientan la humedad del sudor y pierdan calor.
- Ropa intermedia acolchada: Aquí, la capa intermedia debe ser más gruesa. Los suéteres de lana pesada o el polar de alta densidad son esenciales. También puedes considerar chaquetas ligeras de plumón o chalecos acolchados para reforzar esta capa. Si el frío es muy intenso, no dudes en ponerles varias capas intermedias, siempre que las prendas no restrinjan el movimiento.
- Abrigo o mono de nieve: Para el clima más frío, un abrigo de plumas o un mono de nieve es imprescindible. Los monos de nieve son muy prácticos para niños pequeños, ya que cubren todo el cuerpo y evitan que entre el frío por las zonas descubiertas. Si optas por un abrigo, asegúrate de que sea impermeable, acolchado y con un forro interior que mantenga el calor. Los abrigos que cubren la parte baja de la espalda o incluso hasta las rodillas son especialmente útiles en climas muy fríos.
Accesorios esenciales
En este tipo de clima, los accesorios son tan importantes como la ropa principal. Los guantes deben ser impermeables y estar forrados por dentro para evitar que las manos se enfríen. Las botas deben ser de buena calidad, preferiblemente impermeables y forradas con lana o polar. Las bufandas gruesas, gorros con forro interior y orejeras también deben formar parte del conjunto para asegurarte de que ninguna parte del cuerpo quede expuesta al frío.
Consejos de profesionales
Los expertos en ropa infantil, Newnwess, nos aconsejan que, a la hora de elegir ropa de invierno para los niños, es importante tener en cuenta ciertos aspectos técnicos que los expertos en moda infantil, entre otros:
- Evita el algodón para las capas más cercanas a la piel, ya que este material retiene la humedad y puede hacer que los niños sientan frío si sudan. Opta por tejidos sintéticos o lana merina, que son transpirables y secan rápidamente.
- Si vives en una zona donde la lluvia o la nieve son habituales, asegúrate de que los abrigos, guantes y botas sean impermeables. Los niños suelen jugar mucho en el exterior, y si sus prendas no están preparadas para soportar el agua, acabarán mojados y con frío.
- Los niños deben poder moverse con facilidad. Evita las prendas con demasiado volumen que limiten sus movimientos. Pueden sentirse incómodos o puede que se nieguen a ponérselas.
- La ropa de invierno no debe quedar ni muy ajustada ni demasiado suelta. Un ajuste adecuado permite que el aire caliente quede atrapado entre las capas, lo que ayuda a mantener la temperatura corporal.
- Si tu hijo va a pasar el día fuera, por ejemplo, en una excursión o en la escuela, donde se alternan momentos de juego al aire libre con ratos en interiores, es importante que la ropa permita la posibilidad de quitar o poner capas fácilmente. Así, pueden adaptarse a los cambios de temperatura a lo largo del día.
- No hace falta comprar la ropa más cara, pero invertir en abrigos, botas y guantes de buena calidad puede marcar la diferencia en términos de durabilidad y protección. Opta por marcas especializadas en ropa de invierno, que ofrezcan tejidos de alta resistencia y protección contra el frío.
- A menudo, los niños crecen muy rápido. Comprar abrigos o chaquetas de una talla ligeramente mayor les permitirá usar la prenda durante más de una temporada. Sin embargo, asegúrate de que la ropa no les quede demasiado grande, ya que podría ser incómoda o ineficaz a la hora de proteger contra el frío.
Hazte con la ropa adecuada antes de que venga con fuerza el invierno
El invierno puede llegar de repente, por lo que es fundamental estar preparados con la ropa adecuada antes de que las temperaturas caigan drásticamente.
No dejes la compra de abrigos, guantes y botas para el último momento. Planificar con tiempo te permitirá encontrar las mejores opciones y tallas para tus hijos, asegurándote de que no pasen frío desde el primer día de invierno.
Últimos consejos: Ten siempre en cuenta las capas, especialmente en climas variables. Invertir en prendas impermeables y transpirables es clave para mantener a los niños secos y cómodos. Opta por tallas que permitan cierta flexibilidad, pero sin que queden demasiado grandes. Finalmente, no olvides los accesorios como guantes, bufandas y gorros, ya que son esenciales para proteger las zonas más sensibles al frío.
Con la ropa adecuada, tus hijos disfrutarán del invierno sin preocuparse por las bajas temperaturas.