Prácticamente desde que el mundo es mundo, existe una relación amor-odio entre trabajador y empresa. Entre currela y jefe. Es cierto que por suerte con el paso de los años todo esto ha cambiado mucho y ya no se sufren los abusos que había antes. Por eso, yo soy partidario que lo mejor para que una empresa vaya bien es que haya una relación fluida entre todos. Ahora bien, nunca la de compadreo o la de buen rollo para todo, siempre tiene que haber una relación jerarquizada.
Muchas veces no somos conscientes de la importancia que tiene que una empresa tenga una buena relación con sus empleados para tener mucha rentabilidad. Por eso, hoy lo que queremos poner sobre la mesa es una serie de reglas básicas entre trabajador y empresa para que todo fluya a la perfección. Es lo que siempre se ha denominado como relación laboral, que ahora cobra mucha más importancia.
Contrato
Lo primero que tenemos que hacer es tener un contrato escrito donde se pongan todos los puntos. El contenido de esas relaciones jurídicas se reduce en la mayoría de los casos al hecho de que un empleado se compromete a realizar un trabajo en su especialidad. Tanto el empleado como la empresa tienen que ser conscientes de lo que hace cada una. Así será mejor, saber lo que tiene que dar uno y lo que tiene que ofrecer el otro.
Convenio
En el convenio tienen que venir las normas y obligaciones que regulan las condiciones de trabajo como su duración, pago, tiempo de descanso, seguridad y prestaciones laborales. Unas normas que regulan los servicios sociales para los empleados. Unas normas y obligaciones que regulan las relaciones estrechamente relacionadas con las cuestiones laborales y la concesión de prestaciones en caso de salida de la empresa.
Cordialidad
Hablábamos antes de la buena relación que tiene que haber entre empleado y jefe. Eso no quiere decir que sean superamigos, tiene que ser una relación basada en la cordialidad y la educación. Esto no significa sentarte con las personas que supervisas y hablar sobre el fin de semana. En su lugar, ofrece un saludo amistoso todos los días, muéstrate sinceramente interesado en cualquier cosa que la persona diga que afecte su trabajo, tranquiliza a la gente con una palabra amable y muéstrate disponible cuando sea necesario. Es bueno tener una pequeña charla siempre que no parezca una intromisión o una invitación a un interrogatorio. Es decir, una buena relación pero que no parezca que sois colegas de tomar caña. Y en el otro lado igual, el empleado tiene que ponerle las cosas fáciles a su jefe. No te sientes en tu oficina a puerta cerrada todo el día. Esto les da a tus empleados la sensación de que no te preocupas por ellos o no quieres que te molesten con los eventos del día a día en el lugar de trabajo.
Herramientas
Los estudios dicen que son muchas las horas que no son productivas de algunos empleados. Es decir, que no es lo mismo estar en el trabajo que estar trabajando. Para eso, recomendamos que las empresas usen herramientas que tienen a su alcance. Nos referimos por ejemplo a una de control del tiempo trabajado. Track People es la app para control horario de trabajadores que estabas esperando. Con ella, los empleados pueden registrar la hora de entrada, pausas y salida con un solo clic y desde cualquier dispositivo. Es algo bueno para la empresa, pero también para el empleado. El que hace bien las cosas no tiene que tener nada.
Ojo con las redes sociales
Hace años no había problemas con las redes sociales, supongo que serían los típicos comentarios críticos en los corrillos. Pero ahora hay que tener mucho cuidado, Si bien a menudo es aceptable ser «amigo» o «seguir» a tus empleados en las distintas redes sociales, debes tener mucho cuidado de presentarse siempre de manera profesional. De lo contrario, corres el riesgo de perder su respeto. Por eso la recomendación es que te unas a redes más profesionales como pueden ser Linkedin, mejor que a Facebook o a Instagram. Las redes las cargan el diablo y siempre puede haber algún comentario que sacado de contexto pudiera dar pie a problemas. Lo mismo ocurre con fotos de fiesta o comentarios políticos.
Y con estas reglas básicas esperemos que todo vaya mejor en la empresa. Es el momento de que la relación entre jefe y empleado se normalice pero siempre desde un respeto y unas obligaciones.