Teníamos un tío de 93 años cerca de donde vivíamos. Hace unos 8 años que se murió su mujer, por lo que entre mi madre y mi tía se dividían los turnos y se pasaban por su casa para cuidarle. En los últimos años la salud, sobre todo de la mente fue empeorando y hace unos meses se pensó en una residencia donde pudiera estar atendido como es debido.
Podía pasarle cualquier cosa a él solo en casa o perderse volviendo de dar un pequeño paseo. Nosotros éramos demasiados en casa y no había sitio donde él pudiera estar tranquilo. No había otra opción y nos dolía, pero por desgracia es así. Seguro que pensaréis que podríamos haber contratado a una mujer, pero él nos dijo que prefería ir a una residencia a que una extraña pisase su casa, por lo que no quedó otro remedio.
Internet actualmente facilita mucho las cosas a la hora de buscar información y en Google puedes encontrar respuesta para casi todo. En cuanto a residencias decidimos ir a una que vimos que se llamaba Benviure.com, la cual tenía una pinta estupenda.
Llamamos al teléfono que venía en la web para concertar una cita y nos dijeron que el lunes siguiente podíamos pasarnos por la tarde, así que eso hicimos. Quedamos gratamente sorprendido del centro y de la espaciosidad de las instalaciones, así como de las habitaciones.
El precio estaba en la línea que nos habían comentado algunos familiares, por lo que llevamos a mi tío a ver la residencia y también le gustó, incluso hizo migas con una abuelilla que estaba allí. Las habitaciones como decía eran muy cómodas, contando los ancianos con camas eléctricas y articuladas, baños propios, timbres de llamada,videovigilancia y unas vistas al exterior donde se puede divisar bien Barcelona o la montaña y se puede elegir entre habitaciones dobles e individuales.
Nuestro tío nos dijo que quería una habitación individual para él, aunque fuera algo más costosa. Esto nos pareció algo entendible, ya que siempre ha estado acostumbrado a vivir con su mujer o solo y un compañero a estas alturas y con sus comienzos de problemas mentales solo podía ocasionar problemillas.
Algo que nos pareció particularmente interesante fue el tema de la atención especializada en el caso de las demencias o Alzheimer. Realmente es complicado tratar con los enfermos, yo tuve a mi padre quejado de Alzheimer y es algo que te marca.
No sabíamos cuánto duraría nuestro tío, pero estábamos dispuestos a que estuviera en las mejores manos y con unos cuidados de lo más profesional, algo que Benviure nos ofrecía sobradamente.
Mi tío ahora lleva 2 meses y medio en la residencia y no sabemos si por contar con más compañeros o las actividades que realiza, se le ve más despierto y vivaz, parece que hubiera rejuvenecido dos o tres años, como cuando estaba bien. Las lagunas existen, pero son todavía bastante pocas según dice el doctor.
Lo principal de todo es que está bien atenido, algo que era lo que más nos importaba en este sentido y es que da gusto ver como las residencias de ahora no son aquellos asilos de hace años que solo daba miedo ya nombrarlos. Ahora son sitios limpios, ordenados y donde los ancianos pueden tener sus relaciones sociales, ver la tele o leer tranquilamente en un ambiente de gran confort.
Si estás con dudas sobre si llevar a tus padres, abuelos o familiares a una residencia, lo mejor es que te pases por ella y veas con tus propios ojos como es el día a día en una de ellas. A nosotros nos sirvió para convencernos de una vez por todas de que nuestro tío necesitaba ya un tipo de atención que nosotros no podíamos darle.
La tranquilidad de dejarle en las mejores manos
Ahora está monitorizado de forma completa y disfruta de las actividades e instalaciones del centro. No tenemos ninguna duda de que acertamos llevándole a Benviure, un auténtico paraíso para las personas mayores donde mi tío ha pasado de tener unas fatídicas vistas a la carretera desde su tercer piso a ver la montaña que circunda Barcelona lleno de arbolado.
Al final, lo importante es que esté bien cuidado y se sienta feliz, algo que a nuestro juicio hemos conseguido lograr gracias a esta residencia.