Quien mas y quien menos, ha escuchado alguna vez la palabra procurador en relación a un proceso judicial. En muchas ocasiones, la necesidad de este profesional del derecho no es necesaria ni procede, según el tipo de procedimiento. En otras muchas, es fundamental y de uso obligado, el servicio de un procurador que, como su palabra indica, procura al letrado la ayuda necesaria. Poco se sabe de esta figura tan importante en los procesos, salvo aquellos que han tenido que contar con sus servicios por razones judiciales.
Sin embargo no esta de más, conocer la labor que ejercen estos profesionales sin los cuales, no se pueden llevar a cabo cierto tipo de demandas. Para adentrarnos en el mundo judicial, hemos hablado con los profesionales de Sevilla Flores Procuradores. Gracias a ellos, hemos aprendido que un procurador de los tribunales, es un profesional licenciado en derecho cuya especialidad es el procedimiento judicial o lo que viene a ser el derecho procesal.
Los procuradores son los encargados de representar a los particulares o empresas cuando se encuentran en la tesitura de acudir a los tribunales. Poseen la facultad y están cualificados para realizar una serie de funciones y gestiones encaminadas a agilizar el desarrollo del procedimiento judicial, aportando una garantía extra al cliente.
En la práctica, abogado y procurador, deben forman un equipo para que el caso sea llevado a los tribunales de la mejor manera posible y ofreciendo a los clientes la máxima confianza y garantías.
Funciones propias de un procurador
La finalidad de un procurador es llevar a cabo una serie de acciones procesales que garanticen al representado la representación de sus derechos. Sus funciones se supeditan a evitar el retraso que puede generar no realizar un tramite dentro del tiempo estipulado, de esta manera se agilizan los procesos que se realizan ante el tribunal, a la vez que facilita la propia gestión del abogado para garantizar que el proceso se ejecute con mayor rapidez.
De este modo, el representado, se evita tener que acudir ante los tribunales para verificar el estado procesal se su caso en particular. Es función propia del procurador ratificar ese estado y hacer que se cumplan los plazos. A su vez, su desempeño como colaborador de los órganos jurisdiccionales para realizar todas las gestiones administrativas que sean necesarias y requeridas por el proceso.
En otras palabras, los procuradores son los encargados de flexibilizar la labor del abogado que se encarga de estudiar y dirigir el caso, evitando las dilaciones indebidas que puedan darse durante el proceso. Se trata de la persona responsable encargada de estar al corriente de los actos procesales que fija el tribunal.
Hablando con propiedad, el procurador es el profesional que se requiere para que un procedimiento judicial, cumpla con las normas establecidas por la ley vigente. Su actuación dentro del proceso judicial, permite al cliente, obtener una justicia más rápida que no sufra retrasos indebidos.
Un procurador, ha de cumplir con las funciones relativas a la gestión de todo lo que concierne a un procedimiento y demás practicas asociadas al proceso judicial. Como tareas propias están la de dar las notificaciones o sentencias en nombre del representado y presentar los escritos y documentación realizados y aportados por el abogado encargado del proceso.
Gracias al derecho telemático, los procedimientos que deben realizarse antes los tribunales se han visto simplificados de forma notable, con lo que los procesos se agilizan aun mas y se llevan a cabo con mayor rapidez. De esta manera, el procurador, asume la representación de los representados ante la ejecución de los actos de comunicación como son las notificaciones, citaciones, emplazamientos o fijación de carteles entre otros actos, poseyendo la capacidad de certificar los mismos en representación de su cliente.
La diferencia entre este y el abogado, es básicamente, la función de cada uno: el procurador representa y el abogado asesora y defiende al cliente. Ambos profesionales no pueden asumir las funciones del otro. La importancia del procurador es tal que, en una vista de representación del cliente, si el procurador no está presente, se dará al cliente por incomparecido, aunque esté presente en la sala.
Dentro del proceso
El orden jurídico capacita al procurador de amplias facultades dentro del proceso, su función es primordial para procurar una tutela judicial efectiva, una justicia rápida y sin retrasos. Dentro del proceso, el procurado, permite que los tramites que correspondan a la ejecución de las propias decisiones judiciales se lleven a cabo con éxito.
Para resumir, vamos a citar algunas de las funciones propias del procurador dentro de un proceso judicial:
- Se encarga del control y seguimiento de cada uno de los trámites procesales ante los juzgados y tribunales, de acuerdo con lo establecido en el poder de representación que se le haya designado.
- Gestiona todos los tramites de los despachos o compulsas que efectúan los órganos de justicia y se dirijan a los organismos públicos o privados, entidades bancarias, financieras, personas naturales o jurídicas.
- Llevan a cabo los trámites correspondientes a las peticiones que emiten los juzgados entre sí, velando por su cumplimiento.
- Son los encargados de publicar los edictos, anuncios oficiales y carteles entre otras cosas, en el Boletín Oficial del Estado y periódicos, según corresponda.
- También deben tramitar y pagar las tasas judiciales como colaboradores del sistema de justicia y de la Agencia Tributaria.
- Interponen los escritos que redactan los abogados, en conformidad a lo requerido en cada órgano jurisdiccional.
- Redactan y presentan las diligencias o escritos destinados a impulsar el procedimiento. Así como realizar solicitudes, promoción de pruebas, peticiones de investigación, etc.
- Igualmente se encargan de la redacción de escritos de demandad conforme a las indicaciones del abogado. Si el cliente lo requiere, también deberá realizar escritos siempre que no menoscabe sus intereses.
- Realizar todos los trámites correspondientes al abogado que representa el caso, como antecedentes, instrucciones, pruebas, etc.
- Procurar todo lo necesario para defender los derechos de su representado manteniendo una comunicación constante con el representado y el abogado.
- Se encarga también de remitir las copias de los escritos y toda documentación al abogado y representado.
La elección del procurador se realiza en función del tipo de procedimiento en el que se vaya a litigar. Los procuradores son elegidos por los clientes que por la razón que sea, necesitan representación ante los tribunales y juzgados. En muchas ocasiones, los abogados ya cuentan con un procurador con el que suelen trabajar.
Aquellos que no cuentan con recursos suficientes, pueden solicitar uno de oficio, al igual que un abogado. En este caso, será el órgano jurisdiccional competente quien designe al procurador de oficio que sea más conveniente, en función del procedimiento y conforme a la normativa legal.
Para litigar es necesario que el representado cuente con un procurador que le represente, salvo algunas excepciones en los que la persona física o jurídica, puede comparecer y representarse a si mismo.
Por otro lado, la ley de Enjuiciamiento Civil, indica que no pueden llevarse a cabo mediante procurador, los actos que deban por ley, efectuarse en persona por los litigantes. Ejemplo de estos actos son los traslados, emplazamientos, citaciones o requerimientos que la ley disponga.
Antes de finalizar por este repaso por la figura del procurador, señalar los requisitos que deben poseer los procuradores para ejercer como tales. Estos deben ser licenciados en derecho, poseer el titulo que expide el Ministerio de Justicia, estar colegiados, pagar las fianzas previstas en los estatutos del colegio de procuradores y jurar o prometes ante el organismo que corresponda, el cumplimiento de las normas constitucionales, leyes y demás ordenamiento jurídico.