A lo largo y ancho de todo el mundo existen cientos de miles de servicios diferentes, cada uno enfocado a una serie de necesidades que, con el paso del tiempo, se han ido creando de forma más o menos efectiva. Un listado que, año tras año, sigue en constante expansión y es que el desarrollo que vivimos como sociedad lo demanda y es lo que está propiciando que, todo aquello que conocíamos y que pensábamos que nunca iba a cambiar, en la actualidad lo está haciendo y se hace por un simple motivo y no es otro más que ser una demanda de una gran parte de la población. Algunos de estos servicios se rigen por unas normas más estrictas, sin embargo, aunque a veces en la sombra, también han ido dando algunos pasos hacia el futuro. Unos cambios que hoy en día ya no se sostienen y es por ello por lo que desde las instituciones públicas han tenido que abrir la mano para permitirles progresar de forma activa. Las farmacias son un ejemplo de este hecho, por lo que hoy hablaremos los servicios que ofrecen.
Las farmacias desde sus inicios se han creado como una serie de establecimientos en los cuales se dispensan los medicamentos que los médicos nos han prescrito, sin embargo, ya desde hace muchos años, estas empresas han ido más allá de la simple venta de medicinas. En la inmensa mayoría de las localidades, sobre todo en las más pequeñas, los farmacéuticos eran, en muchos casos, los primeros que atendían a los enfermos o a los vecinos que acudían a ellos aquejados de algunas dolencias. Esto se debía a que, si se trataba de un simple dolor de cabeza o de alguna articulación o un corte, las personas ya no acudían al médico, dado que tendrían que pedir vez o, en el caso de no ser así, llegar a la consulta y esperar a ser atendido, mientras que, de esta forma, en unos pocos minutos les solucionarían el problema.
Los farmacéuticos también se convirtieron con el paso de los años en confidentes de sus vecinos y clientes y es que con el paso de los años se iban estrechando cada vez más las relaciones entre ambas partes y, con ello, se conocían cada vez más el uno con el otro, por lo que cuando acudían con algún problema a la botica, el personal ya conocía, al menos de palabra su historial, por lo que le podría facilitar algún producto que no requiriese, como es obvio, de receta para que le calmase los síntomas.
Esto que os hemos mencionado, en muchos casos se sigue manteniendo hoy en día y es que las farmacias y, sobre todo, los farmacéuticos van mucho más allá de lo que les exigen las funciones propias de su profesión. De hecho, en la actualidad, además de la adquisición y control de medicamentos, que es lo más básico que podemos hacer, en las farmacias podemos llevar a cabo otras actividades tales como las que a continuación os mencionamos.
- Servicios esenciales o básicos.
- Formulación magistral y preparados medicinales.
- Dispensación de medicamentos y productos sanitarios.
- Información y verificación del cumplimiento del tratamiento.
- Detección y notificación de efectos adversos.
- Educación en el ámbito de la salud pública.
- Servicios complementarios.
- Identificación de factores de riesgo cardiovascular.
- Identificación precoz de patologías.
- Apoyo y formación a escuelas y entidades asociativas.
- Servicios colaborativos.
- Soporte en el tratamiento de inicio.
- Seguimiento farmacoterapeutico.
- Verificación de parámetros biológicos.
La venta online, el futuro de las farmacias por fin ha llegado
En un mundo cada vez más tecnológico no tenía sentido que las farmacias siguiesen sin poder vender sus productos a través de la red. La farmacia San Félix 75 es una de las que ha sido pionera en nuestro país a la hora de ofrecer sus servicios de forma online, es por ello por lo que, en la actualidad, es una de las más punteras en lo que a ventas por internet se refiere. Pero lo cierto es que este cambio ha tardado tanto en llegar que, gigantes como Amazon se han intentado adelantar, es por ello por lo que comenzamos a ver en nuestro país las primeras uniones de boticas contra el gigante tecnológico, a fin de que estas no acaben por desabastecerse en el caso de que la empresa americana compre demasiados productos.